jueves, 27 de octubre de 2011

Biblioteca

Esa increíble sensación nacida de observar a alguien leer embelesado...Como su atención se pierde entre la tinta que, discreta, guarda dentro tanto por descubrir. Como sus ojos se mueven ágiles tras las letras, atrapándolas una a una sin descanso; Como sus labios entreabiertos con casual sensualidad murmuran incoscientes y, sin poder evitarlo, esbozan una sonrisa promovida por el autor.

Pero, al fin, levantas los ojos buscando una explicación de porqué los míos estaban puestos en ti. No tengo respuesta ni razonamiento lógico, callo y, sonrojada, bajo la vista hacia la mesa donde, reposado, espera mi propio libro.

Desilusionada ~

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